El complejo, que se erige donde estaban las salas, está parado desde hace 2 meses
Hace casi un año, el complejo de cines Village Recoleta cerraba sus puertas para convertirse en un centro comercial. Aunque se trataba de uno de los multicines más importantes del país –llegó a 2 millones de entradas al año, sobre un total de 36 millones que se venden a nivel nacional–, la decisión de sus dueños fue tapiar todo, para volver a empezar. Sin embargo, desde hace dos meses que las obras del Recoleta Mall están paralizadas. Luego de que se instalara una gigantesca escalera mecánica, los obreros se fueron y la constructora que está a cargo (CRIBA) se quedó sin fondos para seguir en el proyecto. Es más, hasta la semana pasada, esperaba un pago de $ 9 millones .
El parate provocó disputas entre los dos socios del proyecto: Carval, un fondo de inversión de la cerealera Cargill, y Southern Screens, la dueña de Village Argentina. Carval compró el terreno en el que estaban los cines en 2007, por US$ 40 millones. De esa forma, se convirtió en accionista del 90% del nuevo proyecto conjunto. En Village, que se quedó con el otro 10%, primero dijeron que los cines iban a estar listos para junio de este año. Después, postergaron la apertura para noviembre. Ahora, esperan que sea entre marzo y mayo del año que viene. En el medio, se perdieron el mejor año de recaudación de la industria cinematográfica desde 2005, dejando de facturar $ 40 millones (con un flujo de público proyectado de 1,2 millón de espectadores).
La nueva situación también complicó a Interurban, la comercializadora de shoppings que negociaba con McDonald’s, Cúspide y marcas de ropa para que vayan a Recoleta Mall. “Carval desarmó su posición en el país y eso afectó todo el proceso del shopping”, explica Pablo Borello, CEO de Village Cines. “Desconozco las razones de su reestructuración”, agrega. Aunque en Carval no hablan al respecto, voceros informales admiten la posibilidad de buscar un nuevo dueño para el shopping que están haciendo, una opción que ya había trascendido en la prensa. “Hay una inyección de plata en camino, eso se verá pronto”, prometen.
Carval y Village no llegaron aún a la confrontación legal. Pero el diálogo entre las partes no está abierto. El ejecutivo que funcionaba como interlocutor de Village ya no está en Buenos Aires. El resto de la oficina de Carval también cambió de gerentes.
Fuente: IECO. Clarin
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